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El consumo responsable del agua: el gran reto del turismo

El compromiso con el planeta no puede olvidarse al viajar. «Sol y playa» se transforma en «sequía y vulnerabilidad ambiental»

Todos somos turistas o queremos serlo. El turismo se ha convertido en una industria que mueve en todo el mundo un gasto directo de 2,3 billones de euros al año. Viajar nos hace más felices que poseer cosas porque genera experiencias tridimensionales auténticas y recuerdos relevantes en nuestras vidas, algo que todavía no ha conseguido copiar el mundo virtual. Pero, ¿somos ciudadanos responsables con recursos como el agua cuando viajamos? ¿Cerramos el grifo cuando toca cuando estamos en un alojamiento turístico? El compromiso con el planeta no puede olvidarse cuando nos vamos de viaje. El binomio de turismo de «sol y playa» es el que más se transforma en «sequía y vulnerabilidad ambiental» debido al calentamiento del planeta.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la «hoja de ruta» diseñada por Naciones Unidas (ONU) para salvaguardar la Tierra para las generaciones venideras, contemplan la importancia de un turismo sostenible para cuidar los recursos hídricos, fundamentales para el mantenimiento y el desarrollo de la actividad humana. Sin agua no es posible la actividad turística porque es elemento clave para el propio mantenimiento de la vida. El Día Mundial del Turismo, que se celebra hoy, es una buena oportunidad para reflexionar sobre cómo hacer más sostenible la nueva «industria de la felicidad».

Aunque el turismo absorbe sólo el 1% del consumo mundial de agua (frente a un 70% la Agricultura y un 19% la Industria), el problema es que se concentra en lugares donde los recursos hídricos son escasos y además se focaliza en los meses estivales. España, el segundo país del mundo más visitado con 82,6 millones de turistas extranjeros en 2018, conoce bien el problema en zonas como las islas Canarias, Baleares, el Levante o la Costa del Sol, donde la población de los municipios turísticos se dispara durante las vacaciones y pone en tensión toda la red de suministro, provocando un impacto notable en los ecosistemas.

SUEZ España, que ha incorporado plenamente los ODS en todas sus actuaciones, gestiona en Canarias la distribución de agua potable en los municipios turísticos de Arona (Tenerife), San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), Pájara y Antigua (Fuerteventura). El consumo en el mes de agosto ha aumentado este año en 213.973 metros cúbicos, lo que supone un incremento del 11% respecto a la media anual. Para atender esta sobredemanda ha sido necesario que funcionaran al 100% tanto los módulos de desalación, fundamentales en las islas y grandes consumidores de energía, como la extracción de pozos subterráneos. Un sobreesfuerzo para garantizar el suministro que ha sido acompañado por los ingenieros, manteniendo por encima del 90% la eficiencia de los sistemas de abastecimiento.

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