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Las Organizaciones Agrarias convocan una manifestación “Por una renta digna para el campo Canario”

Las organizaciones agrarias ASAGA Canarias ASAJA, AGATE, COAG-Canarias y UPA deciden salir a las calles de Tenerife para decir: “BASTA”.

Estrangulados por unos precios con valores similares a los de hace 20 años y con costes laborales, de fertilizantes, semillas, alimentación animal o de agua que se disparan año a año, las rentas que recibimos los productores y productoras de Canarias por nuestro trabajo no nos permiten, en muchos de los casos, vivir con dignidad.
Por este y otros motivos el sábado, 14 de marzo de 2020, a partir de las 11:00 horas (salida desde la Plaza Weyler), inundamos las calles de Santa Cruz de Tenerife para hacer oír nuestra voz y exigir medidas que nos permitan garantizar la viabilidad de nuestras explotaciones y seguir haciendo lo que mejor sabemos: alimentar a la población.

REIVINDICACIONES

1. PRECIOS. Cumplimiento en Canarias de la Ley 12/2013 de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria en cuestiones como los plazos de pago, la eliminación de abusos al productor, la aplicación del régimen sancionador y el establecimiento de medidas que impidan pagos al sector por debajo de sus costes de producción o eviten el uso de un etiquetado engañoso para el consumidor.

2. APOYO PÚBLICO. Mantenimiento, al menos, del volumen de ayudas europeas específicas para las RUP, en concreto las englobadas en el Programa de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (POSEI) y en el Programa de Desarrollo Rural de Canarias (PDR), junto a un Régimen Específico de Abastecimiento (REA) orientado principalmente a abaratar los insumos agrícolas y ganaderos. Además, exigimos que, tal como está establecido por Ley, el Estado cumpla con el REF agrario en cuanto al POSEI adicional, las ayudas al 100% al transporte de mercancías en todos los subsectores agrarios, la compensación a la extracción y desalación de agua destinada al riego y los seguros agrarios.

3. COSTES. Adopción de medidas concretas dirigidas a paliar los costes de producción: aplicación de bonificaciones y exenciones a la cuota de la seguridad social y otras medidas compensatorias, consolidación y refuerzo de medidas para la mejora de la eficiencia del riego de las explotaciones, el incremento presupuestario para las líneas de seguros agrícolas y ganaderos, la aplicación de un IGIC reducido, la adopción de tarifas eléctricas bonificadas e incentivos a las energías renovables…

4. AGUA. Al ser un recurso vital en el Archipiélago, se exige la planificación y dotación de infraestructuras en nuestras islas para que la disponibilidad de agua en agricultura y ganadería esté garantizada, no solo en cantidad y regularidad en el suministro, sino en calidad y precios adecuados; lo contrario será perder competitividad e incluso impedir el desarrollo de nuestra actividad en muchas zonas.

5. MISMO TRATO. Equiparación de las obligaciones laborales, medioambientales, de bienestar animal, de calidad y seguridad alimentaria o de usos permitidos de fitosanitarios y medicamentos entre las producciones locales y las importadas con las que se compite. Esto conlleva la obligación de que, en los acuerdos comerciales que establezca la UE con terceros países, se les exijan los mismos requisitos en el proceso productivo que deben cumplir los productores europeos, especialmente en materia fitosanitaria, laboral y medioambiental haciendo valer igualmente la preferencia comunitaria (prioridad de lo local).

6. SEGURIDAD JURÍDICA. La actual situación de parálisis de las diferentes administraciones a la hora de asumir sus competencias y otorgar permisos y licencias para modernizar y/o desarrollar la actividad agrícola-ganadera está dejando a nuestros productores en situaciones frustrantes, con plazos que se eternizan y total inseguridad jurídica. Esta situación debe resolverse de manera urgente, clarificándose el marco jurídico y priorizando el desarrollo de la actividad agropecuaria.

7. DIGNIFICACIÓN DE LA ACTIVIDAD Y RECONOCIMIENTO DEL PAPEL PROTAGONISTA. En relación al cambio climático y la economía circular, la conservación del paisaje y la lucha contra la desertización, ser garante de una alimentación segura y de calidad en el Archipiélago o la gestión de los incendios, el sector primario juega un papel determinante que, sin embargo, ni está reconocido ni está compensado, e incluso, en ocasiones hasta se ha demonizado. El agro y la población rural cumplen múltiples funciones positivas que tienen su valor y su precio y debe ser retribuido.