El Fraile seguirá sin agua, al menos, durante una semana más, a pesar del calor extremo
Lavar la ropa en un barreño, bañarse con una esponja, usar el agua de la bañera para fregar el suelo… métodos improvisados que se han convertido en parte de la vida diaria.
No poder bañar a los niños en la playa porque en casa no hay agua para ducharlos después. Utilizar un barreño o lavar la ropa en este recipiente (como se hacía antes), mojándose poco a poco con una esponja. Usar el agua que has utilizado para bañarte para fregar el suelo. Comprar bombas para intentar aprovechar el hilo de agua que sale de la cocina, arriesgándose a que la lavadora o el calentador se estropeen por la falta de presión. Bañarte como la élite: con garrafas de ocho litros de agua potable…
En El Fraile, estos métodos improvisados se han convertido en parte de la vida diaria de sus vecinos y vecinas, en medio de una ola de calor y un año marcado por un suministro irregular.