Cajasiete-Itop-bezares_b5c6b351c31738527fd192dc90426658

La Logística del agua y el consumo de energía en Canarias.

En mi experiencia en el mundo de la logística siempre he tenido contacto con la gestión de líquidos y graneles, petróleo muy al principio y agua y malta, o cebada malteada después.

En ese campo siempre me sorprende que la manipulación de objetos discretos: cajas, latas, botellas, pallets etc, es sencilla si la comparamos con la de los graneles y líquidos comentados.

Las mermas o diferencias entre el producto al principio y al final de la cadena de suministro en el primer caso son nimias, se miden en tantos por mil cuando hay una buena gestión del proceso, una atención a los eslabones frágiles (dobles manipulaciones p.ej). Su control es sencillo y las ineficiencias debido a los distintos avatares acontecidos en esa trayectoria: hurtos, roturas, caducidades, etc. impactan en menor medida en una cuenta de resultados.

Los graneles sin embargo, cada vez que reciben una manipulación (carga en origen, descarga en destino, carga en tolva) incrementan el % de mermas o de pérdidas en puntos porcentuales (uno o dos por operación), en algunos casos por derrames, en otros también por la característica polvorienta del producto.

Pero de mi experiencia la logística del agua es la más compleja. Tras una docena de años en el Consejo Insular de aguas cada vez que salen a la luz los porcentajes de agua que salen de su galería y nunca llegan al destino sorprenden e incluso escandalizan, giran en torno al 60%.

Hasta no hace mucho a nadie alarmaba esta situación, el agua brota espontáneamente en casos, ayudada en otros muchos y para los profanos parecía natural que en ese paseo por los cientos de kilómetros de instalaciones hidráulicas insulares hubiera una merma de semejante calibre. De un tiempo a esta parte la desalación de aguas y otros tratamientos de depuración, han proliferado, siendo actividades altamente consumidoras de energía por las características de los procesos industriales que afectan en muchos casos hasta un 30% de los flujos distribuidos.

Al analizar ahora el documento preliminar de política energética del gobierno de Canarias me ha parecido acertado el enfoque que desde el propio sector del agua y en concreto desde su cámara de aguas se considera:

Que entre los principios básicos de la estrategia se debería recoger uno exclusivo para el desarrollo de políticas de racionalización en el uso de la energía aplicada al agua, puesto que el binomio agua-energía tiene un fuerte impacto en la demanda global regional.  Desde este punto de vista, la visión debe ser amplia, refiriéndose no solo a la desalación sino incorporando también las infraestructuras de bombeo y de depuración, también notables demandantes de energía eléctrica.

Respecto de las iniciativas planteadas, referidas exclusivamente al agua, destaca la de adoptar medidas de gestión de la demanda asociada a la producción y distribución de agua, no solo exclusivamente a la desalación planteando alternativas en el dimensionamiento y uso de dichas infraestructuras que suponen un sobrecoste de inversión, problemas técnicos en su funcionamiento y la necesidad de unas infraestructuras para almacenamiento de agua a nuestro juicio poco realistas.

También sobre medidas de racionalidad en el uso del agua que llevarían aparejadas notables reducciones en la demanda energética sectorial, importante componente en la demanda energética total y medidas que se podrían adoptar para certificar la eficiencia energética en cualquiera de las infraestructuras del ciclo integral del agua, de forma parecida a como se propone en los edificios, pero, sin duda, que tendría en el sector del agua mayor incidencia sobre la reducción de la demanda eléctrica.

Y, por último, iniciativas de racionalidad en el uso del agua que tienen relación directa con la racionalidad en la demanda eléctrica, como por ejemplo establecer planes que obliguen a los titulares de servicios de abastecimiento a reducir las pérdidas de agua en sus redes, con especial importancia e impacto en el caso de muchos ayuntamientos de Canarias donde como comentaban las pérdidas alcanzan hasta el 60% del agua distribuida.

Las economías de arrastre de estas medidas en la eficiencia de la gestión de la cadena de suministro del agua revertirán en ahorros energéticos directos.

PD: Para los que me leyeron en el blog anterior mi regalo de navidad vía ecommerce me llegó finalmente por mi cumpleaños (mayo)..nunca es tarde.

Fuente:Cajasietecontunegocio.com