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¿Qué debes saber sobre tu pozo de bombeo?

Empecemos presentando al principal protagonista: el agua subterránea. Estas aguas tienen, por lo general, entre 25 y 10 000 años. Antes de alcanzar el acuífero, la estructura donde se almacenan, se han filtrado y se han visto expuestas a tratamientos biológicos a medida que atravesaban las diversas capas del suelo, por lo que suelen tener muy buena calidad y requieren un menor tratamiento previo a su consumo, dependiendo por su puesto, de la legislación del país en cuestión.

Generalizando, podemos clasificar los acuíferos en dos tipos: libres, que se encuentran parcialmente llenos de agua, y confinados (o cautivos) donde el agua almacenada se encuentra entre capas impermeables. Para acceder a este agua, habitualmente se lleva a cabo una perforación donde se puede instalar una bomba sumergible, y es precisamente en este tipo de sistemas en el que nos centraremos.

En el interior de la perforación se instala normalmente un encofrado, un revestimiento o encamisado, que evita que el pozo se derrumbe alrededor de la bomba. Debajo del encofrado y alineado con el acuífero, se encuentra otro “encofrado” con ranuras finas que permite que el agua entre en el pozo y hace de filtro, evitando la entrada de arena y partículas más grandes.

El nivel del agua subterránea variará a lo largo de las estaciones, pero debería respetarse cada año, puesto que la cantidad máxima extraíble es similar a la generada anualmente. Si los niveles de agua se reducen constantemente, por una sobreexplotación, mala gestión del bombeo o pozos ilegales podría darse el caso de que se vea comprometido el suministro de agua por un incremento en la concentración de sales (infiltraciones salinas) y otras sustancias no deseadas.

Las recomendaciones sobre el contenido de arena varían de un país a otro, pero Grundfos recomienda que el contenido de arena no exceda los 50 ppm en el agua del pozo. A esa concentración el rendimiento de la bomba y su vida útil pueden mantenerse a un nivel aceptable durante unas 25.000 – 35.000 horas de funcionamiento.

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