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El suministro de agua dulce del planeta peligra ante la desaparición de los recursos hídricos de alta montaña

Las «torres de agua» de las montañas proporcionan un porcentaje elevado del agua dulce del planeta, pero el cambio climático y las tensiones geopolíticas ponen en peligro su existencia.

En lo alto del Himalaya, cerca de la base del glaciar Gangotri, el agua borbotea por un riachuelo. Los guijarros que transporta el caudal del riachuelo tintinean mientras rebotan río abajo.

Ese agua recorrerá miles de kilómetros y alimentará a personas, plantaciones y el mundo natural de la vasta y seca llanura del Indo. Gran parte de los 200 millones de personas que viven en las zonas bajas de la cuenca hidrográfica dependen del agua que trae este arroyo y otros similares.

Sin embargo, las montañas son más vulnerables al cambio climático que el resto del mundo de media. Este cambio pone en situación de mayor precariedad «torres de agua» como esta y a los miles de millones de personas que dependen de ellas. Por eso una nueva investigación publicada el lunes en Nature ha identificado las torres de agua más importantes y vulnerables del mundo. El informe ha creado una plantilla que pueden seguir los líderes mundiales —muchos de los cuales se han reunido en la cumbre del clima anual celebrada en Madrid— para priorizar las iniciativas de adaptación climática ante estos cambios rápidos y sin precedentes.

«Todos necesitamos agua. Somos un 90 por ciento agua, necesitamos agua dulce», afirma Michele Koppes, climatóloga y glacióloga de la Universidad de la Columbia Británica y autora del informe. «El agua de estas torres de agua está muy demandada y debemos comprender mejor cómo cambian».

¿Por qué importan las torres de agua?

Las regiones de alta montaña albergan más hielo y nieve en sus picos del que hay en cualquier otra parte del planeta, salvo en los polos. Más de 200 000 glaciares, montones de nieve, lagos de altura y humedales: en total, las regiones de alta montaña contienen casi la mitad de toda el agua dulce que usamos los humanos.

La nieve y los glaciares que cubren las montañas son fundamentales para más de 1600 millones de personas, más del 20 por ciento de la población actual del planeta. De hecho, es posible que el agua que bebes provenga de una fuente de alta montaña.

Las «torres de agua» de las regiones montañosas del planeta son como tanques enormes con válvulas. El sistema funciona más o menos así: la nieve cae, llena el tanque y se derrite lentamente con el paso de días, semanas, meses o años, una válvula natural que suaviza el patrón de expansión y contracción del caudal.

Leer más – National Geographic