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¿Y el agua que comemos?

Buscar soluciones para reutilizar el agua usada en agricultura y ganadería es clave para preservarla

La primera reacción al hablar de la escasez de agua es pensar en la falta de agua para beber. Una cantidad por persona que gira en torno a los dos litros diarios. Pero se piensa tanto en el agua que comemos. Y eso que, de media, hacen falta entre 2.000 y 5.000 litros de agua para producir la comida que una persona ingiere diariamente, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Solo el 0,003% del agua del planeta es dulce, y el 70% de ella se utiliza en actividades agrícolas.

Y las disyuntivas derivadas de esa necesidad de agua para alimentarnos se incrementarán a medida que crezca la población mundial, como ha advertido este viernes el director general de la organización, José Graziano da Silva. Graziano ha participado en Berlín (Alemania) en el Foro Mundial para la Alimentación y la Agricultura, celebrado este año bajo el lema La Agricultura y el Agua.

Producir un kilo de cereal consume entre una y tres toneladas de agua. Un kilo de carne, hasta 15

Se estima que para 2050 habrá que aumentar enormemente la producción de alimentos para dar de comer a una población mundial que alcanzará los 9.000 millones de personas. Si, como prevé la FAO, los alimentos producidos a partir del riego han de crecer un 50% para entonces, y el sector agrícola solo tiene un margen del 10% para aumentar su consumo de agua, la magnitud del problema está clara.

En su intervención ante expertos de todo el mundo, Graziano ha insistido en promover maneras de utilizar menos agua y hacerlo de forma más eficiente. También ha marcado como prioridad garantizar que todo el mundo especialmente los agricultores con menos recursos— pueda acceder de forma segura a un elemento básico para la producción de alimentos. En este aspecto, en el Foro se ha tratado sobre la forma de abordar un cambio en las dietas. Porque mientras que producir un kilogramo de cereal requiere entre una y tres toneladas de agua, el proceso para obtener un kilo de carne puede consumir hasta 15 toneladas del líquido elemento. Graziano ha recordado además la necesidad de reducir las pérdidas y los desperdicios de comida. Porque toda el agua empleada en generar esos alimentos se va a la basura con ellos.

 

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