El olor del agua modifica el comportamiento de los peces

elpais.com_bajaUn estudio, realizado con el pez tordo, prueba que estos animales nadan más rápido cuando el agua huele a depredador

Los juveniles de tordo, una especie de pez salvaje muy abundante en el Mediterráneo, nadan más rápido y hacen un mayor número de movimientos bruscos cuando el agua huele a alimento o a depredador. Es la principal conclusión de un estudio realizado por un equipo de científicos de varios centros liderado por el Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía (IEO). Para llevar a cabo el experimento, los investigadores han utilizado un sistema de selección de flujo que permite diferenciar en un mismo espacio dos masas de agua distintas sin que lleguen a mezclarse para comprobar cómo se comporta el pez ante olores diferentes. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Journal of Experimental Marine Biology and Ecology. Los otros centros que han participado en la investigación son el Laboratorio de Investigaciones Marinas y Acuicultura (LIMIA) y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB IMEDEA).

Pez juvenil de tordo en el sistema de selección de flujo.
Pez juvenil de tordo en el sistema de selección de flujo. IEO

“El sistema olfativo de los peces es muy complejo, casi como el de los humanos”, explica Adam Gouraguine, estudiante de doctorado de la Universidad de Essex, Reino Unido, con estancia en el Oceanográfico de Baleares y autor principal del estudio. Muchos científicos llevan desde principios de la década del 2.000 aplicando el mismo método que han utilizado en este nuevo estudio. El experimento consiste en introducir al pez en el sistema de selección de flujo, exponerlo a distintos olores y grabar su comportamiento. “Las masas de agua no se mezclan, pero el pez se puede mover perfectamente por ambas y elegir la que más le guste”, explica Gouraguine. Las grabaciones se analizan después mediante un software que muestra el comportamiento del pez en las distintas masas de agua.

“Hasta ahora, lo que siempre se estudiaba era el tiempo que los peces de especies tropicales pasaban en cada masa de agua”, explica Gouraguine. En esta ocasión, la principal novedad de la investigación es que se trata de la primera vez que se estudia este mismo comportamiento, pero en una especie mediterránea. “Sin embargo, los juveniles de tordo no mostraron ninguna preferencia de estancia en una masa u otra”, señala Gouraguine, que admite que esto les sorprendió mucho porque los estudios en otras especies dieron resultados muy diferentes. “A los juveniles de tordo les daba igual estar en una masa de agua que en otra. Puede ser por la especie o por la edad (los peces que usaron son juveniles, un periodo entre alevines y adultos). Ellos aceptan la amenaza. Se comportan distinto, pero asumen el riesgo”, aclara el investigador.

Leer más: El País