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La urgencia hídrica necesita recursos

La industria del agua se declara tecnológicamente preparada para enfrentar el cambio climático. La pregunta es: ¿quién lo paga?

Un artículo de THIAGO FERRER MORINI

España es un don del agua. Viajes de agua, acequias, redes de regadío, a lo largo de dos milenios cada una de las culturas que han pasado por la Península (y las islas) han traído consigo nuevas formas de sacar partido al elemento vital. Una evolución necesaria en un país donde, a pesar de que el suministro está garantizado para la totalidad de la población, una buena parte del territorio (en especial, las cuencas mediterráneas y las zonas insulares) se encuentra bajo un importante estrés hídrico, en la que regularmente ha de tirar de recursos no renovables para garantizar el suministro, especialmente de la agricultura.

A esto se le ha de sumar el desafío global del cambio climático. “Los cambios en la disponibilidad y en la calidad del agua van a afectar a sectores críticos para la UE, como pueden ser el turismo, la agricultura, la industria, la energía y el transporte”, señala un informe de la Comisión Europea. “Se espera que los efectos medioambientales afecten la biodiversidad y la calidad del agua, y agraven los riesgos de incendios forestales, degradación del suelo y desertificación”.

Para los expertos, el reto que supone para la industria es mayúsculo. “El cambio climático está rompiendo los paradigmas acerca de cómo nos llega el agua”, explica Ignacio Muñoz, fundador de la empresa de tuberías Molecor, con sede en Getafe (Madrid). “En Malasia, donde tenemos un proyecto en cooperación con una empresa local, los pueblos no necesitaban ninguna clase de sistema de suministro. Llovía todos los días a las cuatro de la tarde y eso bastaba. Pero eso está cambiando, porque cada vez consumimos más agua, las lluvias son más irregulares, la necesidad aumenta y eso está creando una tensión tremenda”. “El cambio climático va a afectar a los sistemas de abastecimiento de agua tanto en términos de cantidad, con incremento de situaciones de escasez de recursos, como en términos de calidad, lo que va a obligar a ciertas adaptaciones en los sistemas de tratamiento”, explica Manuel Pulido, director del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia. “El cambio climático sirve como motor de transformación en el paradigma de la gestión y de la ingeniería del agua”, afirma el ingeniero Patrick Willems en un informe de la patronal europea EWA.

Leer más – El País