(De izq. a dcha.) Pedro Mª Barreiro, gerente del Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia; Juan Manuel Ortega, secretario de Asersa; Domingo Zarzo, director de Innovación de Sacyr Agua; Manuel del Pozo, director adjunto de Expansión; Eduardo Perero Van Hove, responsable de Economía Circular en la Fundación Conama; y Juan Domingo Cabrera, director general de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz.

El sector del agua pide reglas claras para gestionar mejor el servicio

La gestión eficiente del suministro del agua y su sostenibilidad pasan por la mejora de las fórmulas de inversión y por un desarrollo de la legislación que permita optimizar los recursos.

En un momento en que la sostenibilidad en nuestro país se ha convertido en un tema clave para todos los sectores, la gestión del agua se encuentra en una posición central por su transversalidad. El agua tiene la capacidad transformadora de implicar a diferentes industrias y áreas. Para ello es necesario repensar los procesos que actualmente se utilizan para reutilizar el agua, aumentar la inversión para optimizar al máximo los recursos y trabajar en el desarrollo de una legislación que se adapte a la innovación en el campo de los recursos hídricos.

Éstos son algunos de los temas de debate que se pusieron sobre la mesa en el encuentro sobre Gestión eficiente del agua en el marco de la economía circular, organizado por EXPANSIÓN y Sacyr, en el que representantes de diversas áreas compartieron sus visiones e ideas para la mejora de un campo que atañe a un Derecho Humano como es el acceso al agua.

Reutilización del agua

“La economía circular en el agua no sólo se refiere a la reutilización del agua, sino que todo el ciclo está implicado. Interacciona con el sector de la energía, con el sector de lodos y con la industria”, explicó Eduardo Perero, responsable de Economía Circular de la Fundación Conama. Y es que la reutilización del agua es uno de los campos donde más posibilidades de futuro existen. Gracias a la innovación tecnológica cada vez son más los usos para los que el agua puede ser regenerada una vez utilizada: recarga intencionada de acuíferos, suministro para sistemas agrícolas, usos industriales como la refrigeración, el riego de parques y jardines, la limpieza de calles e, incluso, para el abastecimiento de poblaciones, evitando así el uso de agua potable procedente de las reservas naturales.

Sobre esto, el director de Innovación de Sacyr Agua, Domingo Zarzo, incidió en la importancia del sector a nivel mundial y aseguró que “aunque pensemos que el tratamiento del agua está muy desarrollado, hay muchos retos como los contaminantes emergentes, los microplásticos o las superbacterias”. A nivel de procesos, dijo, “hay que trabajar en los modelos contractuales, la participación entre los sectores público y privado, normativa, despolitización de la desalación y mejora de la transparencia”.

Pero, ¿cuáles son los principales desafíos del sector? Actualmente, la competencia para el establecimiento de tarifas sobre el agua es municipal y aunque existen agrupaciones en zonas metropolitanas hay alrededor de 8.000 gestores de agua en todo el país. Esa atomización supone diferencias no solo en el precio, sino de suministro, coste de abastecimiento, infraestructuras, etc. “Una de las reivindicaciones históricas del sector es la búsqueda de un regulador para el sector del agua que es básico para dar un buen servicio”, opinó Domingo Zarzo. Una petición, la de homogeneizar la gestión, en la que estuvieron de acuerdo el resto de participantes, aunque con diferentes opiniones sobre el modelo. Para Pedro Mª Barreiro Zubiri, gerente del Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia, avanzamos “hacia un modelo de aglutinación para que los costes y sus tarifas no se disparen”. Domingo explicó que este Consorcio se encuentra integrado por 81 municipios que poseen las mismas tarifas. “Nosotros tenemos el mismo precio independientemente de la población, aunque en el ámbito rural es diez veces más alto el coste por habitante”.

Para analizar estas diferencias de precio y coste, durante el evento se pusieron sobre la mesa diferentes modelos que ayudasen al sector a, al menos, conocer la situación conjunta del territorio. Juan Manuel Ortega, secretario de Asersa, coincidió en la necesidad de un mecanismo de unificación aunque eso no tenga por qué implicar un cambio radical en el sistema. “Las confederaciones ya existen y han supuesto un éxito”, aseguró, puntualizando que “una coordinación entre confederaciones con un órgano regulador” sería una posible solución.

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